Para analizar estas cuestiones se convocó en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBI unas conferencias que tenían como objeto estudiar y debatir los datos económicos de Portugal y sus territorios coloniales a lo largo de los anos de dictadura. El encargado de realizar esta tarea fue el docente de la universidad Luis Filipe Madeira, que intentó expliclar mediante completos gráficos las "luces y sombras" del entramado económico salazarista.

Como se pudo observar en las diapositivas, durante los años de dictadura la balanza de gastos e ingresos estuvo equilibrada, pero a costa de qué? Según Madeira, la clave estuvo en dos conceptos. El primero, basado en la "precaria condición de los terrenos de ultramar y las pocas iniciativas (o ninguna) que se llevaron para implantar un sistema de educación o sanitario", explicó el profesor Luis Filipe, a lo que añadió que también fue clave "colocar de forma sistemática préstamos hacia los entes coloniales en el apartado de gastos extraordinarios y no generales". Este pequeño truco contable maquilló las cuentas a los ojos de los ciudadanos, pero condenó de muerte la economía portuguesa. Este hecho, además, se vio agravado por la creación de un espacio económico común entre las distintas colonias, pues los países adquirían productor de la metrópoli pero no tenían dinero para pagarlos. Para evitar agitaciones entre los vendedores de la zona europea, Salazar reforzó los préstamos a los países exteriores, lo que en boca de Madeira generó "todavía más problemas y endeudamientos a la ya maltrecha economía portuguesa". Para que el lector se haga una idea, el profesor mostró los balances económicos corregidos de los distintos países Áfricanos de gobierno portugués, y algunos como Cabo Verde tenían picos negativos de hasta 300 puntos.

También hubo espacio para hablar, como no, de la situación actual de la economía portuguesa. Madeira comparó la depedencia de las colonias con Portugal a la que sufre Portugal con respecto al dinero de la Unión Europea expresando que "en cierto modo, la relación de dependencia económica que sufre Portugal hacia Europa nos convierte en su colonia, pues igualmente dependemos de los préstamos del Banco Europeo para seguir adelante en esta situación insostenible".