MADRID: Nochevieja universitaria en el metro

Miles de jóvenes se reunieron el pasado 18 de diciembre en la Puerta de Sol de Madrid para celebrar la ya tradicional nochevieja universitaria. Sin embargo, este año la fiesta se trasladó al Metro donde los estudiantes celebraron un fin de año sin precedentes

Son las once de la noche. Cientos de jóvenes se trasladan en metro y cercanías hasta la Plaza del Sol cargados de bolsas con botellas alcohol para beber en la calle. Al intentar salir de las instalaciones del suburbano, la sorpresa: decenas de policías locales bloquean todas las salidas a la plaza. Tienen orden de no dejar pasar a nadie con bebidas alcohólicas en un dispositivo especial para evitar el famoso botellón y sus posibles consecuencias. La respuesta de los jóvenes: macrobotellón en el metro de Madrid. Algo nunca visto y que sorprendió a viandantes y turistas de la ciudad.

"Con lo caro que se vende el alcohol no lo vamos a desaprovechar", comenta una estudiante sorprendida ante la negativa de sacar bebidas a la calle. Y como ella debieron de pensar decenas de estudiantes que espontáneamente decidieron beber todo el alcohol que habían comprado antes de salir a la calle, aun sabiendo que se perderían las campanadas. "Al menos aquí dentro no pasamos frío", explica divertido otro joven. Y eso si que es cierto porque si algo acompañó a toda la nochevieja universitaria fue un espantoso frío, con temperaturas que llegaron a alcanzar valores negativos en el centro de la capital.

Con la gran mayoría de los asistentes a la cita «atrapados» en el suburbano, en el exterior la Puerta del Sol la masificación que se preveía no alcanzó cifras desorbitadas. Y para no faltar a la tradición los universitarios, dentro y fuera del metro, en los últimos doce segundos del año se tomaron, en este caso, las doce gominolas que sustituyen a las famosas uvas y después brindaron por el nuevo año.

Esta tradicional fiesta, que se viene celebrando en Madrid cinco años consecutivos, es el pretexto ideal para despedir el año con los compañeros de estudios y amigos de la ciudad. El origen de esta nueva celebración de la comunidad universitaria se remonta seis años atrás en Salamanca, donde de manera espontánea un grupo de universitarios se reunieron en la Plaza Mayor de la ciudad para celebrar juntos que era la última noche del año que pasaban juntos, puesto que en las vacaciones navideñas cada uno vuelve a su ciudad para celebrarlo con su familia.