Una noche para dar la vuelta al globo
La Navidad se ha convertido en la festividad del consumismo por excelencia, gastos en comida y regalos están justificados en esta época del año. Así, millones de personas en todo el globo coinciden en el motivo de su celebración, si bien con diferencias más o menos llamativas. Algunas de éstas han sido recogidas por la Biblioteca da Covilhã en una pequeña exposición para instruir sobre todo a los más pequeños.
> Beatriz Moreno (Universidad Miguel Hernández - Elche)Son los niños los protagonistas de estos días, en los que las luces, toda clase de adornos navideños y los villancicos inundan las calles y los hogares. Pero junto a los más pequeños, hay otro protagonista clave y es Papá Noel, más conocido como Santa Claus en el mundo
La exposición “O Natal no Mundo” sirve para dar a conocer, sobre todo a los más jovencitos, como se pasan estos días en otras partes del mundo. Gracias a ello, podrán saber que en lugares como Holanda, Luxemburgo o Bélgica, Sinterklaas (Papá Noel) viaja desde España, y no desde Laponia, en caballo hasta sus hogares. No obstante, en algunos países nórdicos Papá Noel es reemplazado por un duende que entrega la recompensa esperada en forma de presentes. El personaje cambia, pero la esencia es la misma.
Si Europa se caracteriza por el típico paisaje nevado, en el continente oceánico se puede disfrutar de unas Navidades a pleno sol. Por muy increíble que parezca, en los últimos años, la China comunista está sucumbiendo al espíritu navideño consumista, pese a que la mayoría de su población es budista, aunque eso sí el día más importante para ellos sigue siendo, y con gran diferencia, el de Año Nuevo Chino, en los últimos días de enero. Así cada país da su toque particular a esta conmemoración. En Suecia, por ejemplo, es Santa Lucía la que propicia las sonrisas entre los niños que esperan con impaciencia el 13 de diciembre para recibir sus regalos, también en este mes, San Nicolau visita las chimeneas de los hogares eslovacos.
Así, en cualquier parte del mundo, miles de personas esperan con ilusión que lleguen estos días, al igual que los niños de Covilhã que ven como tienen que acortar su carta, pues hay muchos peques a los que regalar.
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