Os días ¿felizes?
El pasado jueves, 12 de Noviembre, el escenario del Teatro Das Beiras de Covilhã se cubrió de arena para representar uno de los clásicos del dramaturgo irlandés Samuel Beckett “Os días felizes”. Obra enmarcada en el festival de teatro da Covilhã.
> Julia Semprún (Universidad Rey Juan Carlos)Lentamente el abrasador sol del desierto se posiciona en el centro del escenario. Un ensordecedor timbre avisa a Winnie de que otro día más ha llegado, otro día en el que como desde hace años, deberá tratar de esquivar la realidad para convertir su desgracia en un día feliz.
Atrapada hasta la cintura en un montículo de arena, el personaje central de esta obra del genero absurdo teatral muestra a los espectadores la realidad alternativa en la que vive día tras día junto a su marido, Willie, un hombre incapaz de articular algo más allá de monosílabos que vive obsesionado con un antiguo periódico y una postal erótica, ambos contemplados una y otra vez bajo la cueva en la que se refugia del calor. Éste es el panorama que introduce Beckett para desarrollar un largo monologo en el que su decadente protagonista femenina relatará vivencias de juventud y convertirá un viejo bolso lleno de objetos de lo más variopinto en el centro de su existencia. A través de ellos y de las largas conversaciones sin sentido y en ocasiones imaginarias que mantiene con su marido, la deteriorada Winnie tratará de hacer de su encierro un día feliz. Un El público se sorprendió con la exagerada interpretación tanto de Isabel Bilou en el papel de Winnie, como Rui Nuno en su corto diálogo como Willie, pero que finalmente cedió ante el encanto de la actriz.
La compañía de Teatro Centrev de Évora llega a Covilhã de la mano de Julio Castronouvo que dirige y adapta este clásico para el disfrute del público portugués. Con una sobria puesta en escena en la que las luces y un pobre pero innecesario vestuario son suficientes para dar forma a la atmosfera agobiante que atormenta a los personajes de “ Os días felizes” y es que los efectos visuales sobran para comprender el trágico poema que durante dos actos la protagonista crea. Un cúmulo de experiencias y sensaciones que van desde la desesperación, el engaño, la ira, la risa incontenible a la ironía. Todo esto acentuado con un simbólico bolso dónde se atesoran entre otros objetos, un cepillo de dientes que capta la atención de la estrambótica Winnie o una pistola que da la pista del trágico final al que se enfrentarán antes o después el viejo matrimonio. Beckett crea una metáfora sobre el paso del tiempo y la necesidad por convertir cada día en algo digno de ser vivido. Situación que también se está notando en la escena teatral actual, y es que la propia compañía de teatro continúa sobre las tablas a pesar de sus reiteradas quejas ante la falta de ayuda de la Dirección General de las Artes Portuguesa.Aún así los teatros portugueses continuarán abriendo sus puertas y creando una atmosfera en la que todos los días, sean días felices.
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