Cada mes de diciembre, la actividad en la sede de la Asociación de Belenistas de Alicante es frenética. El trabajo de todo un año en el taller de belenes está a punto de ser público, siendo el más importante exponente el belén montado por los maestros belenistas de la Plaza de la Montañeta, patrocinado por el Ayuntamiento de la ciudad. Este año, la representación está conformada por cuatro casetas: Petición de posada, Natividad, Aparición de los pastores y Encuentro de los magos. Durante estas fiestas el belén, además, comparte espacio con el Mercado Artesanal. La plaza ha sido remodelada recientemente por el Ayuntamiento, ampliando la zona ajardinada.
Durante la presentación del belén, el presidente de la Asociación, Juan Giner, llamó a los alicantinos a “continuar este tipo de tradiciones, tanto a nivel público como particular”. En este sentido, la organización que Giner dirige rema en ese sentido. Así lo refrenda el ideólogo de la asociación, fundador y hoy vocal de este colectivo, Francisco Ramón: “luchamos por fomentar los valores de paz y concordia que transmite del nacimiento de Jesús en un tiempo en el que predomina justo lo contrario”.
La actividad de la Asociación no solo es palpable en fechas navideñas. Desde su seno se promueven concursos tanto locales como regionales. En ellos participan desde particulares que abren las puertas de sus casas a los maestros belenistas para que evalúen sus representaciones, y también comercios e instituciones públicas y privadas (como cámaras municipales, la Diputación provincial, bancos…). “Para nosotros es muy bonito y reconfortante que tanto particulares como espacios de libre acceso público se decoren con belenes”, señala Francisco Ramón. Además, Alicante también ha sido sede de distintos Congresos Nacionales organizados por la Federación Española de Belenista, “en los que la ciudad ha rendido perfectamente”, apunta el vocal del colectivo.
La asociación belenística alicantina es una de las más antiguas de España, y la primera en recibir por parte del Gobierno el reconocimiento de Utilidad Pública en todo el país. Por ello, su trabajo es reconocido en otras ciudades de España con alta tradición belenística, como Vitoria o Barcelona.