Un rincón de Portugal en el corazón de Barcelona

Una antigua estudiante de la UBI lidera el proyecto de la “Casa Portuguesa”

Un oasis portugués. Así se podría definir la tienda de pastelería, delicatessen y vinos que el 19 de septiembre del pasado 2006 abría sus puertas en el barrio de Gracia, en el corazón de Barcelona. La “Casa Portuguesa” es el nombre con el que se ha bautizado a ésta tienda en el que, de una manera muy sencilla, te permite realizar un viaje gastronómico y cultural a través de Portugal. Un viaje que es posible gracias a la iniciativa de una joven covilhanense. Y es que, entre los responsables de éste proyecto se encuentra Leonor Castro Pinto, una licenciada en Ciencias de Comunicación de la Universidad da Beira Interior.
El motivo que justifica la existencia de una tienda de éstas características en la capital catalana es “porqué Barcelona es una ciudad muy cosmopolita, en la que hay tiendas y restaurantes de todos los tipos y países y, de Portugal, no existía nada”, según afirma Leonor Castro Pinto, una de las impulsoras del proyecto. De todas formas, conseguir hacer realidad ésta iniciativa ha necesitado unos 3 años de trabajos. Lo más difícil fue, según confiesan los responsables, “encontrar el local adecuado en el barrio adecuado” y, a partir de aquí, transformarlo para que la gente que lo visite encuentre el local como una “mezcla de la modernidad portuguesa, sin renunciar a elementos identificativos como los azulejos”, con el objetivo de “cambiar la idea de viejo y oscuro que aun mucha gente tiene de nuestro país”.
La gastronomía es, por lo tanto, la base de lo que los visitantes pueden encontrar en sus estanterías. Todo lo que se vende procede de Portugal, excepto la pastelería, que es elaborada diariamente en el propio obrador de la tienda por un prestigiado pastelero de Lisboa. De hecho, el pastelero que se ha unido a éste proyecto era uno de los responsables de la “Confiteria Nacional” de Lisboa, una de las más prestigiosas de la capital lusitana. El producto estrella es, sin duda, la pastelería, ya que hay una gran variedad de productos dulces y salados.
Pero por encima de todo, lo que han descubierto muchos barceloneses gracias a la “Casa Portuguesa” son los Pasteles de Belem. Diariamente se venden entre 100 y 200 unidades de estos tradicionales dulces que, durante los fines de semana, llegan hasta los 500. Aunque, no sólo esto es lo que se puede encontrar ya que disponen de una extensa variedad de vinos, procedentes de todas las regiones del país. También ocupan los estantes de la tienda los quesos (entre las que se encuentra el de la Serra de Estrela), las mermeladas, los aceites, i una gran variedad de productos de delicatessen.
Pero la razón de ser de la “Casa Portuguesa” en Barcelona no se acaba con la gastronomía, ya que los responsables quieren también que el local sea un punto de encuentro e intercambio de culturas. Un espacio que sirva de escaparate para la cultura del país vecino. Una cultura que tiene pocos canales para darse a conocer en ésta ciudad y que, por lo tanto, un espacio como éste puede servir para que muchas personas descubran Portugal.
De cara al futuro, los impulsores de la “Casa Portuguesa” de Barcelona creen que éste tiene que ser el embrión de un proyecto mucho más extenso que lleve éstos locales por otras grandes ciudades de España y, quien sabe, del resto del mundo. Una idea que, sin duda, coincide con la idea de dar a conocer una Portugal “más moderna”, como se puede comprobar con sólo entrar y pasar un rato en éste rincón mágico.